INFP - Introversión, iNtuición, Sentimiento (Feeling), Percepción - es el tipo de personalidad MBTI de todos los rebeldes... con una causa. Las personas con estas preferencias de personalidad son de mente abierta y evitan cualquier cosa que consideren conformismo. Están en una búsqueda constante de originalidad y se enorgullecen de ser diferentes y no seguir al rebaño.
Eso no quiere decir que les desagrade activamente y confronten a las personas que disfrutan ser parte del grupo. Justo lo contrario. Aceptan las preferencias de todos y no intentan imponer sus propios valores y puntos de vista a los demás.
De hecho, se les suele llamar “los Mediadores” precisamente por su deseo de vivir en armonía y crear un mundo donde todos sean libres de ser ellos mismos y elegir lo que quieran, aunque lo que quieran sea pertenecer a un grupo homogéneo.
Las personas con un tipo de personalidad INFP tienen una clara preferencia por los factores intuición y sentimiento. Esto significa que tienden a analizar cualquier situación o información generando posibilidades abstractas y “leyendo entre líneas”, en lugar de centrarse en los hechos concretos. Asimismo, es probable que tomen una decisión basándose únicamente en su intuición y/o sistema de valores, incluso si no hay hechos que la respalden.
Esta combinación de rasgos hace que los INFP sean más espirituales y menos centrados en el mundo. Disfrutan explorando nuevas ideas y significados y le dan menos importancia a los hechos y las cosas prácticas. De alguna manera, esta conexión espiritual los convierte en idealistas. Quieren cambiar el mundo y convertirlo en un lugar mejor para todos. Miran a su alrededor y se preguntan “¿Cuál es mi papel? ¿Qué puedo hacer?". Una vez que encuentran su vocación y establecen su objetivo, se convierten en perfeccionistas trabajadores completamente leales a la causa.
Los Mediadores son de mente abierta y aceptan a los demás y sus diferencias. De hecho, aprecian las diferencias porque hacen que cada persona sea única. No quieren ajustarse a una norma y prefieren ser poco convencionales y originales. Ser fieles a quienes son es más importante para ellos que estar socialmente integrados en un grupo más grande.
En lo que respecta a las interacciones sociales, los INFP son introvertidos. Esto significa que tienden a sentir que sus energías se agotan en contextos sociales. Prefieren tener menos relaciones, pero más intensas y son cálidos y afectuosos con las personas dentro de su círculo íntimo.
A pesar de su naturaleza proactiva y voluntad de cambiar el mundo para mejor, normalmente son muy reservados. Solo comparten sus verdaderos sentimientos, dudas, inseguridades e ideas con quienes están más cerca de ellos.
Los Mediadores invitan al conocimiento. Son receptivos a nuevas ideas y puntos de vista y pueden ponerse en el lugar de la otra persona para entender de dónde vienen sus ideas. Esto, a su vez, los hace muy flexibles, ya que les da la capacidad de adaptarse y ajustar sus objetivos y su enfoque de manera mucho más eficiente.
Las personas con este tipo de personalidad son curiosas y disfrutan aprendiendo sobre otras culturas, experiencias de vida, perspectivas e ideas. Sin embargo, esta apertura no es sinónimo de aceptación. Cuestionan estas ideas y formulan sus propias conclusiones.
Los Mediadores no siguen ciegamente las tradiciones o lo que otros dicen. Prefieren asimilar la información y seguir su propio camino para descubrir el mundo.
Cuando los INFP creen en una causa y esta se les interesa realmente, se comprometen con ella. Se convierten en trabajadores duros que no se detendrán ante nada para lograr sus objetivos.
Incluso si no disfrutan de los planes y horarios, pueden superar su disgusto si eso significa alcanzar sus metas.
Los Mediadores normalmente están en sintonía con sus propios sentimientos y los de otras personas. Pueden captar fácilmente el potencial de los demás y sus necesidades y están dispuestos a ayudarlos siempre que sea posible.
También son muy conscientes de sus propias emociones. Esta es parte de la razón por la que son idealistas. Entienden que un mundo mejor es un mundo donde todos son felices, y eso los incluye a ellos mismos.
En este sentido, los INFP suelen tener un equilibrio perfecto entre el altruismo y el egoísmo.
Como introvertidos, los Mediadores extraen energía de su interior, mientras que las interacciones sociales pueden agotarlos rápidamente.
Sin embargo, cuando se proponen alcanzar una meta, ignoran cualquier incómodo. Incluso si se sienten cansados de trabajar con otros, ignorarán su propio agotamiento si eso les ayuda a lograr sus objetivos.
También trabajan bien solos y su devoción a la causa asegura que puedan mantener su enfoque en todo momento mientras mantienen niveles más altos de energía.
Aunque los Mediadores pueden ser muy trabajadores cuando están comprometidos con una causa, tienden a ignorar detalles importantes si no los creen lo suficientemente interesantes.
Debido a su naturaleza espiritual, si consideran algo como mundano, tienden a descartarlo como no importante o no relevante para la causa que persiguen. Esto, a su vez, puede hacer que ignoren información importante que podría ser potencialmente beneficiosa para lograr sus objetivos.
A las personas con un tipo de personalidad INFP les gusta seguir su propio camino y no se ajustan a la norma. Esto a su vez tiene el potencial de hacerlos muy defensivos cuando se trata de sus valores y estilo de vida.
Aunque les gusta cuestionar las perspectivas de otras personas, cuando se cuestionan sus propias ideas y valores, a menudo lo toman como un ataque personal. Lo ven como un intento de cambiar su personalidad y tratar de que se ajusten a la norma.
Los Mediadores prefieren el factor Percepción en la tipología de personalidad MBTI. Esto significa que les gustan las situaciones abiertas que les permitan la flexibilidad de seguir persiguiendo una determinada idea o tema.
Como tal, los INFP tienden a evitar situaciones de toma de decisiones, ya que representan un cierre sobre un tema determinado. A menudo siguen posponiendo una decisión tanto como sea posible. Sin embargo, cuando se ven obligados a tomarla, la basan en las emociones y no en la lógica.