La apertura a la experiencia, o simplemente la apertura para abreviar, es una dimensión de la personalidad según la teoría de la personalidad de los Cinco Grandes (Big Five). Las otras dimensiones son amabilidad, responsabilidad/escrupulosidad, neuroticismo y extraversión (también deletreada extroversión).
La apertura a la experiencia se asocia con ser receptivo a ideas nuevas e inusuales, buscar aventuras, ser creativo e inventivo, inconformismo1, tolerancia y curiosidad.
La apertura a la experiencia es una dimensión de la personalidad que refleja a alguien que tiene una actitud de invitación a la información.2
Los individuos con una puntuación alta en esta dimensión son curiosos, creativos y poco convencionales.3 Son tolerantes, abiertos a la novedad, curiosos y siempre buscan sorprenderse, lo que invita a ideas nuevas e inusuales. Estos individuos son atrevidos y aventureros en su enfoque de la vida y del trabajo y les gusta desafiar el status quo.
En este sentido, siempre están buscando nuevas oportunidades de aprendizaje y adoptan un enfoque amplio para todo. Su apertura a nuevas experiencias también resulta en un proceso natural de pensar “fuera de la caja”, lo que los impulsa a ofrecer soluciones creativas e innovadoras.
Los bajos niveles de apertura a la experiencia, por otro lado, denotan a alguien conservador en su enfoque y procesos de pensamiento. Prefieren ser convencionales y "jugar con seguridad" que participar en nuevas actividades o cambios.
Estas personas valoran la familiaridad, la coherencia y la rutina y evitan cualquier idea que pueda desafiar su status quo o afectar sus costumbres y procedimientos. De hecho, prefieren y buscan información y datos que apoyen sus puntos de vista preexistentes o que corroboren su conocimiento y comprensión de un tema.4
Una gran apertura se asocia generalmente con rasgos de personalidad buenos y positivos.
Las personas que obtienen una puntuación alta en esta dimensión son de mente amplia y siempre están abiertas a ideas novedosas y a aprender más. También son muy adaptables a situaciones cambiantes y tienden a buscar soluciones alternativas e innovadoras a los problemas5 combinando e incorporando diferentes conceptos e ideas.
Sin embargo, la alta apertura también tiene sus inconvenientes. Por ejemplo, es posible que la sed de conocimiento no siempre vaya acompañada de un pensamiento crítico. En este sentido, incluso si son tolerantes y aceptan las diferencias, eso no impide que los individuos con una puntuación alta de apertura sean crédulos. Además, dependiendo de sus otras dimensiones de personalidad, también pueden desarrollar un sentido de derecho y desprecio por cualquiera que no perciban como de mente abierta como ellos.
Asimismo, su creatividad y vasto conocimiento puede hacerlos ciegos a las soluciones prácticas y sencillas, lo que los convierte en ineficientes.
Contrariamente a una alta apertura, una puntuación baja en esta dimensión refleja varios rasgos de personalidad percibidos como negativos. Estos individuos son vistos como rígidos y demasiado conservadores. No solo evitan los cambios y las novedades, sino que también pueden rechazarlos y trabajar activamente para mantener el status quo sin tener en cuenta a los demás. Su tendencia a buscar información sesgada que confirme o mejore sus creencias y conocimientos preexistentes también se considera indeseable.
Sin embargo, la poca apertura puede ser una ventaja en determinadas situaciones de resolución de problemas.
Cuando necesitan realizar una búsqueda y adquirir información, estas personas se centran en el objetivo. No disfrutan el proceso de buscar algo ni se desvían de su camino. La satisfacción proviene del cierre, no de la apertura, y quieren llegar al objetivo final y adquirir la información necesaria lo más rápido posible. En este sentido, dependiendo del contexto, pueden ser más eficientes y productivos que alguien con un alto grado de de apertura.6
Alta apertura |
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Rasgos más fuertes |
Las desventajas |
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Apertura baja |
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Rasgos más fuertes |
Las desventajas |
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La apertura es un rasgo muy buscado en los empleados por varias razones. Primero, su creatividad y disposición para aprender a menudo se traducen en soluciones novedosas a los problemas. No solo pueden encontrar alternativas mejores y más eficientes a las formas antiguas, sino que también es más probable que encuentren rápidamente una solución a los problemas que no podrían resolverse utilizando técnicas en vigor.
Además, un empleado abierto al aprendizaje tiende a tener un enfoque más cooperativo, escuchando a los demás y compartiendo sugerencias, lo que puede resultar en procesos, desempeños y enfoques más eficientes y productivos.
Por último, su tolerancia y capacidad de adaptación es particularmente importante hoy en día, cuando la mayoría de los empleos implican trabajar con un grupo diverso de personas de diferentes nacionalidades, orígenes, razas, géneros, religiones, etnias o edades, por ejemplo.
Un empleado con un bajo nivel de apertura, por otro lado, puede ser percibido como un "sabelotodo". Aunque es poco probable que lo sepan todo literalmente, estos individuos tienden a ser expertos o al menos muy buenos en los pocos intereses que tienen. En este sentido, pueden ser valiosos en un contexto laboral como alguien en quien otros pueden confiar en ese tema en particular. Sin embargo, es posible que no se perciban como accesibles, ya que no aceptan sugerencias o comentarios sobre cualquier cambio que pueda mejorar el flujo de trabajo.
Las personas con un alto grado de apertura tienden a desempeñarse bien en carreras que les permiten expresar su creatividad con libertad y que los ponen en contacto con nuevos conceptos e ideas todos los días. Sin embargo, es difícil identificar un trabajo específico que les conviene porque otros rasgos de personalidad afectan su disposición general.
Por ejemplo, las personas con una gran apertura a la experiencia son potencialmente buenos artistas, y el término aquí engloba cualquier esfuerzo creativo (músico, escritor, pintor, fotógrafo, etc.). Sin embargo, la carrera más adecuada para ellos dependería de sus otras dimensiones de personalidad.
Alguien con alta apertura y extraversión podría disfrutar de un trabajo que requiera actuar para una audiencia, mientras que alguien con alta apertura pero introvertido sería más adecuado para un trabajo como un escritor, por ejemplo.
En general, las carreras potenciales para personas con alta apertura a la experiencia incluyen:
- Artista (fotógrafo, pintor, escultor, músico, escritor, poeta, etc.)
- Filósofo
- Piloto
- Agente de viajes
- Azafata
Debido a que están menos abiertos a nuevas ideas e intereses, las personas con un bajo grado de apertura se centran normalmente en los pocos intereses que tienen. Debido a esto, tienden a convertirse en expertos en temas y áreas específicas que no están directamente vinculadas o son afectadas por las innovaciones.
También disfrutan de las rutinas y los horarios y de la coherencia que conlleva seguir las reglas.
La combinación de estos rasgos de personalidad los hace potencialmente buenos en carreras pragmáticas y basadas en datos. Como tal, ejemplos de posibles buenos trabajos para las personas con poca apertura incluyen:
- Banquero
- Analista financiero
- Contador
- Auditor
- Profesor
Referencias:
1 Salmon, C. (2012), Birth Order, Effect on Personality, and Behavior. In Ramachandran, V.S. (ed.), Encyclopedia of Human Behavior (Second Edition), Academic Press
2 Heinström, Jannica (2010), From Fear to Flow. Chandos Publishing. https://doi.org/10.1016/B978-1-84334-513-8.50019-4.
3 Ashton, Michael C. (2018), Individual Differences and Personality (Third Edition). Academic Press. https://doi.org/10.1016/B978-0-12-809845-5.02001-1.
4 Heinström, Jannica, 2010
5 Alarcon, Gene M., Capiola, A. & Pfahler, Marc D. (2021), The role of human personality on trust in human-robot interaction. In Nam, Chang S. & Lyons, Joseph B. (Eds.) Trust in Human-Robot Interaction. Academic Press. https://doi.org/10.1016/C2018-0-04443-6
6 Heinström, Jannica, 2010